sábado, 25 de mayo de 2013

El amor es un árbol, que nace de algo diminuto y muchas veces por una acción caprichosa, es un árbol dispuesto siempre a ser una secuoya gigante y milenaria, pero si no se cuida, se riega y se mima (puede que aguante un tiempo, si es muy fuerte más, si es debilucho será inmediato, depende también en gran parte de la paciencia del árbol) no crecerá y se lo comerán las malas hierbas, o si lo dejas crecer, vendrá un incendio o un leñador, el caso es que por él solo no puede sobrevivir y terminará muriendo. Cuidemos de nuestros bosques, amemos a los árboles y reguemos al amor.

lunes, 2 de julio de 2012


       Érase una vez una niña a la que algunas veces le dolía mucho el pecho de querer y si no podía demostrar cuanto quería, de tanto, tanto ahogar sus sentimientos echaba a arder. La primera vez se asustó mucho pero ahora solía ir a pasear por la playa y dejar que el frío y la humedad del mar la apagaran. Muchas veces no era suficiente, el fuego tardaba en irse y comenzaba  a quemar los momentos que la hicieron feliz y de recordarlos lloraba y sus lágrimas ayudaban a sofocar tales llamaradas y volvía a casa mucho más triste.
       Era una sensación horrible y trataba de dormir para poder olvidarla por un rato porque al despertar estaría ahí e incluso muchas veces cualquier intento de olvidar era fallido porque hasta en sueños la horrible sensación de querer tanto,  no saber  donde va ese cariño, la tristeza de saberlo desaprovechado y el dolor de verlo ignorado la atrapaban, iban con ella hasta  la cama y allí la seguían haciendo infeliz.
       Un día, que sintió que lo quería muchísimo y echó a arder, no quiso ir a la playa, se quedó en casa recordando y quemando todos sus buenos momentos, cada vez que se vieron, besaron, abrazaron incluso cada vez que se enfadaron porque también fue bonito. A medida que iban  quemándose los recuerdos se entristecía un poco más y cuando ya no quedó nada feliz dentro de ella, las llamas cesaron dejándola vacía y dormida en un sueño del que decidió que era mejor no despertar.

domingo, 8 de enero de 2012

Echando de menos a alguien que no conozco

Es un nudo en mi pecho que lucha por soltarse.
Un revueltillo de sentimientos que le profeso,
que son suyos y no llega a por ellos.
Es como si ya le quisiera 
pero aun no existe, si no es así, en mí.
Sueño que me susurra flojito un "lerele''
y que me enseña de lo que más sabe.
Como bajo un hechizo o una maldición que haya conjurado,
mi boca espera dulce, silenciosa, 
como dormida a que la despierte 
para inyertarme su veneno, cuan verdugo, en la piel
y no dejarlo de querer.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Quiero conocer todo lo que tienes por enseñarme,
tus preocupaciones y sueños
tus azañas y secretos
tus virtudes y defectos.
Tus manías, habilidades, cicatrices y lunares.
Tu aspecto y humor al despertar,
qué es lo que te hace enfadar,
también saberte calmar.
Qué prefieres comer
y si te gusta la televisión ver.
Si sueles leer y el qué.
En qué dios crees
o si por el contrario pasas de él.
Qué te hace sonreír
o si algo te hizo sufrir.
Hay tanto que quiero saber.
No te conozco y no puedo dejar de pensar en ti,
por favor, déjate descubrir.
He llegado a la concluíón de que de risas y llantos se compone la vida.
Si yo oredenada fuera, lloraría todo lo que llorar me tocara para agotar así mis llantos y que el final de mi vida solo de risas se compusiera,
pero, ¡qué aburrida la vida! Solo un momento de intriga esperaría, el momento de cambiar las lágrimas por sonrisas, y luego ¿qué? hasta de sonreír me cansaría,
por eso es bueno llorar unas veces y reír otras, para así darle más vida a la vida... Gracias por estar en unos momentos y en otros porque no te quiero a medias en mi vida.

sábado, 23 de julio de 2011

En las solitarias noches que te espero
y nunca vuelves,
sueño un reencuentro,
un abrazo, de luz un destello.
Tus besos,
ayer, lo más bello,
hoy, lo que más anhelo.
Lo que más anhelo... 
El dulce aroma de tu cuerpo 
y el calor de tus manos
acariciando, de mi piel, 
todos sus huecos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Quisiera poder volar
irme lejos sin pensar
a dónde o cuándo llegar.
Ver paisajes distintos
hablar con mucha gente y aprender
de cada uno un poquito.
No necesito irme para saber que te añoraré
no necesito irme para a olvidarte aprender
y cuando en esta asignatura tenga un diez
volveré
y como en mis peores sueños
veré
que el suave contacto con tu piel
hará que de nuevo te vuelva a querer
ojalá que no sea así
ojalá que fuerte empiece a ser
y que el color de tus ojos
tu sonrisa encantadora, tu dulce olor
y tu boca sabor a miel
no me hagan perder la cabeza otra vez.