lunes, 26 de diciembre de 2011

Quiero conocer todo lo que tienes por enseñarme,
tus preocupaciones y sueños
tus azañas y secretos
tus virtudes y defectos.
Tus manías, habilidades, cicatrices y lunares.
Tu aspecto y humor al despertar,
qué es lo que te hace enfadar,
también saberte calmar.
Qué prefieres comer
y si te gusta la televisión ver.
Si sueles leer y el qué.
En qué dios crees
o si por el contrario pasas de él.
Qué te hace sonreír
o si algo te hizo sufrir.
Hay tanto que quiero saber.
No te conozco y no puedo dejar de pensar en ti,
por favor, déjate descubrir.
He llegado a la concluíón de que de risas y llantos se compone la vida.
Si yo oredenada fuera, lloraría todo lo que llorar me tocara para agotar así mis llantos y que el final de mi vida solo de risas se compusiera,
pero, ¡qué aburrida la vida! Solo un momento de intriga esperaría, el momento de cambiar las lágrimas por sonrisas, y luego ¿qué? hasta de sonreír me cansaría,
por eso es bueno llorar unas veces y reír otras, para así darle más vida a la vida... Gracias por estar en unos momentos y en otros porque no te quiero a medias en mi vida.