sábado, 25 de mayo de 2013

El amor es un árbol, que nace de algo diminuto y muchas veces por una acción caprichosa, es un árbol dispuesto siempre a ser una secuoya gigante y milenaria, pero si no se cuida, se riega y se mima (puede que aguante un tiempo, si es muy fuerte más, si es debilucho será inmediato, depende también en gran parte de la paciencia del árbol) no crecerá y se lo comerán las malas hierbas, o si lo dejas crecer, vendrá un incendio o un leñador, el caso es que por él solo no puede sobrevivir y terminará muriendo. Cuidemos de nuestros bosques, amemos a los árboles y reguemos al amor.