He llegado a la concluíón de que de risas y llantos se compone la vida.
Si yo oredenada fuera, lloraría todo lo que llorar me tocara para agotar así mis llantos y que el final de mi vida solo de risas se compusiera,
pero, ¡qué aburrida la vida! Solo un momento de intriga esperaría, el momento de cambiar las lágrimas por sonrisas, y luego ¿qué? hasta de sonreír me cansaría,
por eso es bueno llorar unas veces y reír otras, para así darle más vida a la vida... Gracias por estar en unos momentos y en otros porque no te quiero a medias en mi vida.
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